Nuestra participacion en el AIC 15
Finalmente, nuestra hora llegó y salimos al escenario. Nada menos que 200 inmobiliarios con la intención de vestirse de ideas. Durante una hora (por cierto, pasó demasiado rápido) conversamos y compartimos conocimientos, nuestra visión, momentos vividos u opiniones en torno a la creatividad. Como no podía ser de otro modo, los cocineros siempre tenemos un as en la manga y dimos la oportunidad de probar la creatividad. En nuestro caso preparando 200 caramelos para probar y en el caso de Jordi preparando un kit de viaje con mini elaboraciones del territorio.Reflexionando posteriormente sobre el que surgió durante la conversación he querido sintetizar los puntos de vista o conceptos tratados:
Creo que la creatividad es un proceso para generar ideas o conceptos en el cual detrás tiene que haber un método y una formación previa tanto sea de tu ámbito o de otras disciplinas. Como por ejemplo, el trabajo conjunto con Jordi Guillem que hacemos con un biólogo para aprender conjuntamente sobre las hierbas de nuestro entorno. O en mi caso también, las inquietudes me llevan a formarme como Sommelier que me da nuevas herramientas e ideas para afrontar desde la cocina. También creo que un cocinero debe informarse, debe leer, tiene que escribir, es decir, formarse para ser culto. Concepto que lo damos por hecho en oficios relacionados con la medicina o la abogacía pero que hay que trabajar igualmente en nuestro campo. Para esta formación o inquietud es necesaria la constancia para realizar nuevas ideas pero también para aprender. Hay que remarcar que en ningún caso el profesional nunca está obligado a ser creativo, es decir, no hay que olvidar que la restauración en primera instancia es un negocio y por lo tanto (con buenas o malas prácticas) el objetivo es el beneficio econòmico. Ser creativo o inquieto es una decisión propia tant respetada como no serlo.Como segundo concepto y necesario para asumir una formación continuada es la pasión (quizás unos de los términos que más aparecieron durante la jornada). La pasión es imprescindible para poder desarrollar y generar nuevos conocimientos que a su vez harán nacer nuevas ideas. En nuestro caso una pasión que se transmitirá en la cocina, el producto, en el mundo del vino, la gastronomía y en especial a nuestro entorno.En tercer lugar, la creatividad también sirve y se potencia cuando ponemos en valor nuestro entorno. Durante el proceso creativo es muy importante conocer lo que tenemos en nuestro entorno y sobre todo intentar romper los esquemas clásicos. ¿Qué es más bueno o más creativo? Aquel que sirve Ostras, Champagne y Caviar (Grandes productos, sin duda) o el que es capaz de convertir, transformar y valorizar un producto de nuestro entorno como quizás el aceite de oliva virgen extra de la comarca, las olvidadas algarrobas o las perdidas ortigas o patatas de mar de nuestra costa? El concepto del bueno, del clásico glamour es una copia que puede reproducir en restaurantes de todo el mundo. Lo que marca la diferencia para mí sin duda es poner en valor o hacer glamuroso productos que no lo son. Para mi el concepto de «ser el mejor», va ligado a la capacidad de hacer disfrutar del producto porque es bueno o lo hemos transformado para que lo sea. Un ejemplo claro y de los pocos autóctonos lo podríamos encontrar en las «espardenyes» de mar (cohombros de mar), usadas antes como cebo para la pesca y ahora consideradas un producto exclusivo y caro de nuestra costa. Fue la importancia que le dieron, los cocineros que hizo que se convirtiera en un producto gastronómico para la sociedad.
En cuarto lugar, el mundo está lleno de ideas para descubrir. Cuando conocemos, valoramos y respetamos nuestro entorno la búsqueda de nuevas ideas, conceptos o productos con la idea de compartir conocimientos y productos es enriquecedora. Es el caso del producto que hablamos durante el acto, el Plancton Marino, nacido a través de la investigación de un cocinero Andaluz que tanto Jordi Guillem como nosotros ya utilizamos en la cocina. La calidad o la mediocridad no tiene fronteras, sólo hay que seleccionarlas.
En quinto lugar, la idea de compartir. Uno de los secretos de la reputación y respeto a la cocina actual de nuestro país. Compartir y dejarse enseñar por compañeros de profesión pero también por profesionales de sectores diversos. La idea de compartir desde el sentido de la humildad, el respeto a la idea y siempre con voluntad recíproca. No todo el mundo está capacitado para compartir, por ello tampoco lo estará para adaptar o crear ideas propias. Y como en una llave,, las malas copias no funcionan para hacer una nueva llave.
En sexto lugar, las ideas es crean y comparten mejor con grupo. La importancia de tener un buen equipo a tu alrededor tanto para hacer surgir nuevas ideas como para llevarlas a cabo con éxito.
En séptimo lugar, la colaboración y la idea de compartir entre profesionales diversos para avanzar juntos hacia un objetivo común. El ejemplo claro del modelo «Terra i Taula», una unión entre productores, enólogos y cocineros del Baix Penedès para poner en valor el territorio a través de la creación de nuevas ideas las que facilitan el nacimiento de propuestas, productos o sinergias que potencian el territorio y al mismo tiempo a todos los integrantes.
En conclusión, la formación y constancia, mucha pasión, el respeto del entorno, un mundo lleno de ideas, la facilidad de compartir y el trabajo en equipo son los ingredientes básicos para facilitar la generación de nuevas ideas.
Todas estas ideas son opiniones pero también son ideas que vi reflejadas en todos los asistente y participantes en AIC15, sin duda un modelo de éxito el que agradezco haber participado y disfrutado a la vez. Felicitatdes AIC!
Aquí tenéis dos vídeos editado por Jordi Pol Encesa que refleja la jornada:
enoturismos rioja
25 de agosto de 2015 at 8:06¿Puedes aportar mas informacion?, ha sido maravilloso encontrar mas informacion sobre este tema.
Saludos